Una aportación al fomento de la microinformática.
Cuando, tímidamente, a finales de 1978, mostrábamos en la prensa técnica el PET 2001, el texto publicitario anunciaba de un modo ambiguo: «El PET 2001 abre una nueva era, la de la microinformática o del ordenador personal». Gracias a su integración vertical, Commodore, propietaria de M.O.S. Technology que, a su vez, es propietaria del diseño del microprocesador 6502, ponía en el mercado un microordenador de sobremesa por menos de 1.000 dólares.
Aunque ya en aquella época se hablaba de ordenadores personales e incluso domésticos, el propio mercado no tardó en definirse, pidiendo máquinas de este tipo, pero para uso profesional. De este modo, se las dotó inmediatamente de periféricos de memoria e impresión.
A pesar de esta realidad, durante todo este tiempo los medios de difusión nos han hablado de los «ordenadores personales». Algunos libros de gran difusión tales como «La tercera ola» o «El desafío mundial» no temen en bautizar este proceso como «revolución informática» mientras se va implantando la idea de que está a la vuelta de la esquina «la oficina del futuro», en donde desaparecerá el manejo de papeles para trabajar simplemente con un terminal de ordenador encima de la mesa.
¿Ha llegado realmente el momento de los ordenadores personales y domésticos?
Por evidentes razones de coste, las máquinas que existían en el mercado hasta hoy no habían acabado de llenar esta necesidad. Y gracias una vez más al avance tecnológico y a la alta integración, nos permitimos afirmar que ahora sí ha sonado su hora. Máquinas como el VIC-20 hoy ya ofrecen el diseño y la modularidad de un ordenador real y expandible a unos precios de partida que sí están al alcance de todos los bolsillos. La familia de 5.000 usuarios «profesionales» con que cuenta COMMODORE hoy en España está llamada a multiplicarse con nuevos usuarios «personales y domésticos» a quienes preocupa y motiva el tema de la microinformática.
Con la inestimable ayuda de «Revista Española de Electrónica», hemos creado CLUB COMMODORE. Está dirigida a todos ellos. Pensamos que es nuestra obligación facilitar la comunicación entre estas personas que creen como nosotros que el futuro ya ha empezado. La microinformática forma parte ya de nuestra cultura y es deber de todos los que poseen su conocimiento el difundirlo, orientándolo de modo que sirva para resolver problemas sin crear otros adicionales.